GEMAS
RUBÍES
El rubí es una de las gemas de color más importantes. Cuando su calidad es excepcional, sus precios superan con creces cualquier otra gema de color. Sus colores varían desde el rojo muy intenso con un toque azulado (llamado “sangre de pichón”), al rojo pardo, morado o violáceo.
El rubí y el zafiro son hermanos de una misma familia, Corindones. Su característico color rojo se debe a la presencia de óxido crómico (Cr2O3). Ninguna gema natural es más dura que el Rubí, excepto el diamante. El Rubí tiene una dureza de 9 en la escala de Mohs, mientras que el Diamante tiene 10.
Gema del mes de julio, los rubíes de gran tamaño y buen color son más difíciles de encontrar que los diamantes, superando en ocasiones su precio. Su confusión con las espinelas rojas incluso se remonta a piezas históricas como el “Rubí del Príncipe Negro”, de la corona de Inglaterra, que es en realidad una espinela.
CUADRO TÉCNICO
IR:: 1.762/1.778
BI: 0.008
D: 0.018
P.E.: 3.97-4.05
Dureza: 9
Mineral: Corindón
Composición Química: Al2O3
Los tratamientos de los rubíes son numerosos y ampliamente extendidos. El tratamiento térmico hoy en día se produce en prácticamente todos los ejemplares (incluso en la propia mina), con lo que está aceptado y es lícito.
Otros tratamientos sí que añaden distintos materiales a su estructura, por lo que es obligatorio especificarlo en su comercio.
Básicamente se dividen en:
Internos: Para mejorar la apariencia de los ejemplares de menor calidad, se rellenan las fisuras internas con un vidrio líquido de color rojo (Glass filled). Fácilmente detectable por los efectos “flash” y las burbujas al observarlos con lupa.
Externos: Incorporando algún material superficialmente, se mejora el color de la gema. Principalmente se tratan con Berilio, que a alta temperatura dota al rubí de un color más vivo y bonito. Se identifican mediante espectroscopia, una técnica ya más complicada y específica.
La síntesis del rubí lleva intentándose desde mediados del S.XIX. Su posterior uso en procesos industriales (rayo láser, ópticos, semiconductores…), ha aumentado la demanda de corindones sintéticos, por lo que este sector ha evolucionado mucho en el último siglo. Fundamentalmente se pueden dividir en sintéticos de crecimiento a partir de un fundido (Verneuil, Czochralski, Inamori) y crecimiento a partir de una solución, para cristalizarse posteriormente (Chatham, Kashan, Knischka, Ramaura o Hidrotermales).
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