Detrás de todo encargo siempre hay un cliente final con una historia que contar. Circunstancias que explican los motivos y definen las características del trabajo a realizar, aportando a la pieza una personalidad que la hace única.

 

1/3 El desafío

 

El caso que hoy tratamos es sin duda un gran ejemplo de ello. Según la información aportada por nuestro cliente, sabemos que la piedra llegó a manos de la familia como pago por unas tierras de cultivo en una antigua operación de compraventa  y posteriormente, la esmeralda fue heredada por la dueña actual.

 

Se trata de una esmeralda semi translúcida de forma cuadrada y talla esmeralda octogonal, con un peso de 29,80ct. y con unas dimensiones extraordinarias, con más de 2 cm de lado y 1cm de altura (20,60 x 21,44 x10,42mm)

 

 

 

 

Con una materia prima tan excepcional y sin limitaciones creativas, nos enfrentábamos a un gran reto profesional para satisfacer las expectativas del cliente. Así que como primera parte del proceso, nos planteamos cuál sería la pieza más adecuada según las características tanto de la gema como de la dueña.

 

Descartamos la realización de un colgante, ya que debido a su gran tamaño y peso, se convertiría en una joya de dimensiones excesivas y desproporcionadas para llevar en el cuello. Las opciones restantes serían un broche o una pulsera, decantándonos por esta última, ya que sería mucho más utilizable y combinable con el estilo de la clienta final.

Llegados a este punto, el siguiente paso era diseñar una pulsera cómoda, que pudiera utilizarse en el día a día, combinable con el resto de joyas y que a su vez, contara con una estructura que protegiera de riesgo de roturas a la gema, resaltando su belleza sin eclipsarla.

Lanzamos varios diseños en forma de bocetos y los presentamos, resultando elegido uno de ellos que combinaba la esmeralda con una montura de oro amarillo, rodeada por un pavé de rubiés de color rojo fresa. 

 

 

2/3 Artesanía y tecnología; del lápiz al ratón.

Llegó la hora de empezar a plasmar todas estas ideas y decisiones para darles forma visual a través de imágenes que nos ayuden a definir mucho mejor los detalles y características de la pulsera. En este caso y debido a la gran flexibilidad creativa que nos brindaba el cliente, optamos por presentar una serie de dibujos y una vez elegido el modelo, pasamos a diseñar por ordenador un prototipo visual en 3 dimensiones.

Lanzamos varios diseños en forma de bocetos y los presentamos, resultando elegido uno de ellos que combinaba la esmeralda con una montura de oro amarillo, rodeada por un pavé de rubíes de color rojo fresa. 

De la estructura sobre la que reposa la esmeralda, sobresaldrían dos asas que terminarían en unos discos de oro con una tira de los mismos rubíes. Con el objetivo de aportar la flexibilidad y movimiento necesarios a la transición del brazo con el cabezal de la pulsera, y así suavizar su altura evitando la rotación y oscilación de la esmeralda.

Para mejorar aun más la fijación, optamos por un brazo formado por un hilo doble de algodón negro de 1,5mm de diametro con una alta resistencia, trenzado con la técnica de macramé para una mayor firmeza y durabilidad. Todo ello rematado con un nudo corredizo que permitiera el ajuste perfecto del cabezal con la muñeca y con la zona del antebrazo donde quiera ser utilizada. Dotando de una gran versatilidad a la pieza, ya que puede ser usada tanto de pulsera como de brazalete.

Definido ya el concepto o idea principal y teniendo en cuenta las caracteristicas de uso, materiales y diseño; pasamos a la prototipación en ordenador para crear una imagen o render en 3 dimensiones, que permite tanto hacerse fielmente a la idea del acabado final, como de conocer las medidas reales, el peso del metal utilizado y número de rubíes engastados en el pavé.

 

3/3 Una joya a la altura de las expectativas 

Tras un largo proceso de prototipación, se produjeron varias impresiones en cera con diferentes alturas de la montura para ver cual favorecía más la reflexión de la luz. También jugamos con las dimensiones de las garras que sujetan la esmeralda, tanto en grosor como altura, para lograr una mayor seguridad de fijación.

 

 

Una vez, decantados por la mejor opción, llega el trabajo artesano de fundición de la cera, repasado y pulido del metal, engaste de los rubies y esmeralda central con la técnica del microscopio, así como de la colocación y remate del brazo de macramé con nudo corredizo.

Todo ello elaborado por nuestro taller con más de 50 años de experiencia y con las técnicas más punteras, como la impresión de cera en 3D o el engastado con microscopio del pavé, que asegura una ideal distribución, asi como una perfecta colocación de las tablas de todos los rubíes. Esto, genera una gran sensación visual de simetría y belleza, potenciándo tanto el brillo como color de las gemas al ser traspasadas por la luz.

 

El resultado final dejó muy satisfecho al cliente, que vió plenamente colmadas sus expectativas con esta espectacular joya. Nosotros nos sentimos muy contentos con el trabajo realizado, pues al final, nuestro mayor objetivo es respetar los deseos de nuestro cliente y potenciar la belleza de esta espectacular esmeralda con historia propia.

 

 

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