GEMAS
PERLAS
Las perlas fueron las primeras gemas que el ser humano apreció y deseó, encontradas por azar por nuestros antepasados al abrir moluscos como alimento. Hay escritos que evidencian que en el 2500 a.C. ya existía en China un comercio regular de perlas.
Hoy en día la perlas siguen siendo una de las gemas más valiosas de origen orgánico.
La composición química es en un 80-85% carbonato cálcico cristalizado en forma de aragonito, ocupando los huecos creados por el material orgánico o conquiolina y agrupándose en una serie de capas concéntricas.
La formación de la perla se produce cuando un agente extraño entra en un determinado tipo de molusco y éste, por un proceso natural, lo recubre de una sustancia nacarada como mecanismo de protección.
En función del lugar donde se aloje el huésped, se distinguen dos tipos de formación:
Tipo Ampolla, donde el agente irritante es cementado y recubierto en la concha del molusco, por lo que para su extracción es necesario seccionar la base. Estas se denominan perlas Blíster o Mabes.
Por Enquistamiento, donde el huésped se aloja en el manto del bivalvo y es recubierto en su totalidad en el interior de un saco de Carbonato Cálcico, creado por el molusco.
Distinguir una perla falsa de una cultivada es relativamente sencillo. Básicamente las falsas son todas exactamente iguales, sin imperfecciones que diferencien unas de otras. Solo las cultivadas de muy alta calidad pueden no tener imperfecciones, pero al compararlas unas con otras, siempre se puede apreciar alguna diferencia, pues están producidas por la naturaleza, y no por una máquina que las hace todas iguales. También es muy útil observar el taladro (si lo llevan) para ver las capas que la forman.
Averiguar si se trata de una perla natural o cultivada ya es más complejo. Es necesario realizar un taladro y observar su núcleo con un endoscopio, aunque este procedimiento clásico está siendo sustituido por radiografías de rayos X y la observación de su fluorescencia, una vez sometidas a dichos rayos X.
“Las perlas deben ser lo último que te pongas y lo primero que te quites”, una frase popular que explica a la perfección cómo cuidar las perlas.
Tanto un exceso de sequedad como de humedad son malos para la perla, además de ser muy sensibles a ácidos como el sudor, las cremas cosméticas, colonias, tintes y lacas de pelo. Así pues, una buena limpieza con agua y jabón antes de guardarlas, es el método de conservación más efectivo.
Su escasa dureza provoca que se rayen fácilmente, por lo que es muy importante evitar el contacto de su superficie con metales o elementos rugosos y punzantes.
El tamaño de una perla puede oscilar entre la cabeza de un alfiler y un huevo de paloma. La mayor perla existente se llama Hope y mide 5cm de longitud, alcanzando un peso de 90,8 gramos y se conserva en el Museo de South Kensington en Londres.
Cuando la esposa de un magnate ferroviario se enamoró de uno de los collares de perlas de Pierre Cartier en 1917, éste le hizo una oferta insólita. Le daría el collar de perlas naturales (valorado en 1 millón de dólares) a cambio de su casa en la Quinta Avenida de Nueva York. El resto es historia.
Una de las perlas más famosas de la historia es conocida como “La Peregrina”, una perla natural de 56 quilates con forma aperada, descubierta en Panamá en el siglo XVI. Su belleza es tal, que ha pasado por cuellos de varias reinas como María Tudor, Margarita de Austria, Isabel de Francia… En 1969 fue subastada en Londres, donde Richard Burton la adquirió por 37.000 dólares como regalo de San Valentín a su mujer Elizabeth Taylor. Tras su muerte, volvió a salir a subasta en 2011, donde alcanzó un precio de venta de 11 millones de dólares.
CUADRO TÉCNICO
IR: 1,52-1,66
BI: 0,156
D: Ninguna
P.E.: 2,60-2,85
Dureza: 2,5-4,5
Color: Blanco, rosa, gris, crema, dorado, chocolate, verde, azul o negro.
Composición Química: Carbonato cálcico (85%), un 10% de material orgánico (conquiolina) y agua (5%).
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Perlas Naturales, originadas en la naturaleza sin intervención humana. Debido a la sobre explotación y a la alta contaminación de las aguas, prácticamente no existe comercio de estos ejemplares.
Perlas Cultivadas, no creadas artificialmente por el hombre, sino simplemente originadas con la colaboración humana, gracias a la introducción de un núcleo, para posteriormente el molusco complete el proceso natural de formación de una perla.
Distinguimos entre cultivo de agua salada, originado en Japón y China y extrapolado a los mares del sur (Australia, Tahití, Myanmar, Indonesia…) que producen perlas de una mayor calidad, tamaño y valor. Y cultivo de agua dulce, de producción masiva y menor perfección, consiguiendo hasta 10 perlas por molusco.
Hoy en día se ha conseguido una velocidad de formación de capas de crecimiento realmente asombrosa; llegando a los 0,3mm al año para las variedades de agua dulce e incluso a los 1,5mm en los mares del sur.
La principal y más lograda imitación de la perla, son las denominadas perlas de concha; elaboradas con vidrio, conchas trituradas, esmalte y escamas de diferentes peces. Resultan muy duras y duraderas aunque su lustre es fácilmente identificable por un ojo experto.
Otra imitación muy conocida son las perlas de Mallorca, que pese a su excelente publicidad, son perlas falsas, creadas por el hombre en una fábrica. No hay ostras perlíferas en el Mediterráneo.
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